Gurú del primer mundo

En un reportaje televisivo que vi en un canal americano, un bien trajeado joven –más cercano a la imagen de un ejecutivo exitoso que a la de un humilde gurú- le comentaba al periodista que lo entrevistaba que había cambiado la presentación de su “libro de milagros”.

 Resulta que el instinto marketinero de este emprendedor gurú captó que “mucha gente no quiere saber nada de espiritualidad” así que, a su receta le puso un nombre vinculado a una cuestión terrestre, algo así como “estar en la zona”.

¡Impecable! ¡Un genio del mercado! Y una sinceridad a toda prueba.

Este divulgador tiene 100% claro que:

-         Quiere difundir su mensaje y lo hará “con el ropaje que sea” con tal de que se venda. Si te place creer en los espíritus hablaremos de milagros, si eres refractario a esa prédica entonces será motivación, concentración, pensamiento positivo o control mental … 

-         La efectividad de su mensaje –o tal vez la cantidad de ejemplares vendidos- no depende de la religiosidad ni espiritualidad de la gente –ni de ninguna “verdad” más o menos recóndita- sino fundamentalmente de lo que la GENTE QUIERE CREER.

La primera lección es … ¡respirar!  ¡Si señoras y señores, la llave del paraiso es respirar!  O sea más de la misma cháchara insustancial tan en boga en la new age  de la que ya hemos hablado y de la que te puedes  convertir en experto ACA.