viernes, 30 de diciembre de 2011

Carencia de originalidad

La voluntad de algunos argentinos de parecerse a los europeos llega incluso a las leyendas.

Ha aparecido "el Corralito", mítica criatura nombrada a partir del mismo mecanismo que su afamado antecesor escocés -el nombre "Nessie" surgió del habitat: el lago Ness- pero que en este caso, la criatura acuática viviría en las profundas aguas del dique Cabra Corral, en la provincia de Salta.

Precioso lugar -lo conozco y se los recomiendo- por el que se pasa cuando se recorre el camino que une Cafayate con la ciudad Salta, ruta llena de cosas muy interesantes para admirar lo que la naturaleza ha hecho en ese lugar.

¿Será que todo eso no les alcanza a los operadores turísticos y quieran generar al "monstruo propio" con la expectativa de aumentar el turismo?

Al "Corralito" le corresponden las generales de la ley -su existencia es una leyenda hasta que se pruebe lo contrario- y sugiero que antes de gastar fortunas en submarinos o sonares y /o sofisticadas cámaras de TV,  analicen si la flora y fauna del dique es capaz de nutrir a una familia de monstruos, ya que -de existir- dificilmente hayan nacido por generación espontánea y vivan sin consumir alimentos.


 

jueves, 22 de diciembre de 2011

Diálogo de oficina

Las exiguas paredes del edificio en el que trabajo me permitieron ser testigo -no diré que involuntario ya que me fascinó el tema y le presté mucha atención- de las ganas  de creer a toda costa en las bondades de una medicina alternativa -la “natural”- o dicho de otra forma: la aceptación acrítica de la dieta como panacea universal.

Resulta que una compañera de profesión abogada volvió preocupada a la oficina porque sus análisis clínicos revelaron que sus glándulas tiroideas no andaban del todo bien y debía tomar remedios para paliar un desequilibrio hormonal.

Ni bien lo dijo en voz alta, otra compañera, exaltada defensora de “lo natural” -a lo largo del diálogo siguiente se confirmó que era una convencida militante contra la  avaricia e inescrupulosidad de las farmacéuticas y simpatizante de la homeopatía- encaró a la preocupada muchacha diciéndolo que su dolencia se curaba con ¡bananas! ¡De hecho, todas las enfermedades se curaban ingiriendo la fruta o la verdura adecuada!

Todo esto lo decía con absoluto convencimiento y citando en su favor a la ciencia ya que repetía que lo que ella decía estaba probado en “el libro del médico alemán” (ignoro si se refería a Freud, a Hahnemann o creyó germano al Bach de las flores).

La conferencia sobre la efectividad medicamentosa de las frutas y verduras fue larga -la lista de padecimientos que se curaban con ajenjo y limón era interminable- y los ejemplos también fueron numerosos: su marido en 2 dias de tomar jugo de vinagre con zanahorias se curó un eccema que desafió la sabiduría de 100 dermatólogos y su tía con tres aplicaciones de rabanos zafó de una intervención quirúrgica...  y siguió así, insensata, vehemente y triunfalista.

No quise intervenir ya que preferí esperar para comprobar si alguno de los 4 o 5 testigos del diálogo decía alguna cosa sobre esta catarata de pavadas pero para mi sorpresa NADIE intervino, no sé si porque coincidían con esta iluminada o porque les daba pereza.

Sin embargo, no parecía tan difícil, bastaba con preguntarle porqué -considerando que las frutas y verduras forman parte de nuestra dieta desde que nació la especie humana- nuestra expectativa y calidad de vida se elevó en forma notable y consistente solo desde el momento en que comenzó a operar la única medicina que cura: la basada en evidencias.




¡pasen y vean mi botiquín!


viernes, 16 de diciembre de 2011

Bye Christopher

Ha fallecido un escéptico incansable luchador contra los excesos de las religiones, se trata de Christopher Hitchens, el autor de "Dios no es bueno". 

Recomiendo sus videos, textos y polémicas.

Gracias Christopher.