martes, 15 de febrero de 2011

¿En que creen los que no creen?

Parece evidente que los que no creen pues … ¡no creen! ¿Qué clase de pregunta es esta? ¿Quién pensaría que es lógico preguntar “que comen los que ayunan” o “que visten los desnudos”?

Podemos añadir un predicado -aparentemente obviado en la pregunta inicial- cuya inclusión hace que el interrogante tenga sentido, así obtenemos: ¿En que creen los que no creen en dios?  Así planteado, se trata de una inquietud válida: indagar las creencias de quienes no adhieren a la fe mayoritaria.

Sin embargo, “¿en que creen los que no creen?”  también suele usarse como una pregunta retórica en la que se sobre-entiende que la única alternativa es creer en algo. ¡Ya no hay curiosidad sino un artero mensaje que trata de convencernos de que estamos condenados a profesar algún tipo de credulidad!.

Esta pseudo pregunta es un regalo envenenado donde se afirma que los escépticos y ateos somos negadores o creyentes vergonzantes -dado que sería imposible “no creer”- o simplemente unos tontitos incapaces de percatarnos de nuestras creencias.

En general los creyentes tienden a asimilar a una única posibilidad -creer- el complejo universo del conocimientos y elaboraciones humanas. Este reduccionismo al terreno de la fe  trata de imponer una visión en la que, lo que le cabe al género humano es solo optar por algún gurú profeta, avatar, designio divino etc. y cuya síntesis es: “cada uno tiene sus creencias, solo cambia cuales damos por ciertas, todos creemos, no hay nada más que creencias, es imposible no creer”  

Esta asimilación de los distintos tipos de pensamientos, paradigmas y criterios a meras   “creencias” es un argumento arquetípico en las discusiones y análogo al de “cada uno tiene su verdad”: ¡Es algo erróneo, engañoso y diseñado para minimizar y/o negar diferencias sustanciales!. 

Detrás de esta homogenización está el temor a admitir que algunas ideas son mejores que otras. Parece que hoy esto no es políticamente correcto, que produce culpa o remite a un escenario en el que se comete el mortal pecado de orgullo o que se reeditaría así la superstición racista de supremacía del hombre blanco o que se pasa a formar parte de una conspiración que privilegia el saber positivo o que mágicamente nos convertimos en idiotas útiles repetidores de la propaganda de las corporaciones.

Pienso que ALGUNAS IDEAS SON MEJORES QUE OTRAS y que son las personas las que merecen respeto, no las creencias.

¡Las creencias bien pueden ser falsas -ya es hora de que sepa que los reyes magos son los padres- absurdas -como las diversas mancias-, erróneas -el mundo no se acabó pese a las reiteradas profecías al respecto- o criminales -“dios nos manda matar a los infieles” por lo que muy mal haríamos si las aceptamos sin juicio previo!. 

Hecha la aclaración, puedo responder que siendo escéptico, “creo” en muchas cosas, por ejemplo: 

- Creo que hay un mundo allá afuera y que -pese a las limitaciones impuestas por nuestro precario equipamiento sensorial y mental- hay maneras de averiguar cosas acerca del mismo.

- Creo además, que este camino -la indagación- es el único que ofrece posibilidades de supervivencia a la especie humana.

- Creo que los hombres crearon a los dioses y no al revés.

- Creo que hay que respetar la DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS



2 comentarios:

  1. Hace muchos anios tuve uno de mis primeros dialogos filosoficos con una creyente.
    Crei que ante mi manifiesto ateismo huiria despavorida, pero en el colegio de monjas al que habia asistido la habian entrenado bien, su respuesta fue algo del estilo:
    'pero crees en la fuerza de la naturaleza'

    En consonancia con el articulo que comento: no se acepta la idea de no creer, solo se acepta que 'llamemos de otra forma' al buen Sr. Dios pues nuestras creencias (error de nuestros padres al formarnos leyendo Darwin) nos hacen decir que la naturaleza origino al hombre
    y no entendemos a la verdad revelada.

    Extranio posmodernismo en el que todos los relatos valen igual si apuntan a reconocer una
    superfuerza creadora: te admito deista si no sos apostolico romano.

    La idea de que no se en una fuerza sobrenatural no cabia en su cabeza! Ese era el gran triunfo de su educacion religiosa..al menos admitia la diversidad...entre los creyentes!

    Para el 98% de los creyentes los ateos son 'gente que pretende hacerse la importante' criticando lo que los grandes pensadores de los ultimos 20 siglos han dado por cierto.

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  2. Así es Mr Anónimo, para muchos creyentes cultivados -los otros dirían simplemente que hemos sido cooptados por los demonios- los ateos somos unos caprichosos que elevamos a la categoría de dioses a la razón, el método, la ciencia etc.
    La mención de que estas cosas -lógica,ciencia- son creaciones humanas y que históricamente evolucionan (cambian) no les preocupa demasiado. Estimo que es porque tienen pre-armado el casette que les hace creer que SU FE es la mejor (la más evolucionada, moral, natural ...), luego, mientras en el mundo no haya más que "distintas formas de profesar fe" está todo bien.

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