viernes, 29 de julio de 2011

Integrando la pseudo-ciencia con la prosperidad


Recibí un e-mail publicitando un curso para apreciar las maravillas que no vemos, llamado justamente “Develando el universo invisible”. El objetivo del mismo es mostrar como “integrar ciencia y espiritualidad” a través de charlas en donde se encontrarían “asombrosas experiencias e información”.

Invita a realizar este viaje por lo desconocido don Eugenio Prestisimone, autor de la página RECONEXION ARGENTINA y  seguidor del quiropráctico-espiritista Eric Pearl cuyas prácticas fraudulentas han sido denunciadas acá y también acá.  Pueden saber más sobre los paradigmas, la seriedad y la “formación científica” de este personaje en la otra página que cita: www.angelesdesirio.com.ar

La propuesta es lo que yo llamo gurú estándar: está basada en la idea de que “la física cuántica y otros progresos de la ciencia nos demuestran que la realidad no es como creemos sino que existe ‘otra realidad’ -o estado de iluminación o mundo espiritual-  en el que -fraudes conocidos y denunciados como tales desde hace décadas (telekinesis, fotografía de ángeles, experimentos tipo Filadelfia, etc.)- resultarían ciertos a la luz de algunas particulares interpretaciones de la física.

Cito textualmente: En un momento de gran cambio de paradigmas la física cuántica nos acerca los elementos necesarios para comprender el mundo espiritual desde un enfoque científico. Muchos biólogos, científicos y profesionales universitarios han tenido que aceptar que existe un mundo más allá de lo visible.”

¿Comprender “la espiritualidad” desde un enfoque científico? ¡Que interesante objetivo! Lástima que ni siquiera da una definición de qué es la mencionada espiritualidad y que en tan cortos párrafos dice tantas sonceras, por ejemplo:

*  La física cuántica -con sus logros, paradojas y problemas- tiene más de un siglo por lo que no se entiende que tendría de particular “este momento”.

*  En efecto muchos biólogos, científicos y profesionales aceptan que existe un mundo más allá de lo visible. Dado lo rudimentario del aparato perceptivo de los seres humanos, podríamos añadir sin sonrojarnos -y sin por ello aceptar que existen espíritus, elfos, serafines ni querubines- que también hay mundos más allá de lo que podemos escuchar, oler, conjeturar etc.

* Tampoco es la primera vez que se comete el error de trasladar características emergentes a escala atómica -ese es el escenario en el que actúan las fuerzas tratadas por la física cuántica- a la vida cotidiana y/o al terreno de la “espiritualidad”.

El curso es por supuesto oneroso -también se puede hacer en forma virtual- de ahí el título de la entrada.

Conclusión: Se trata de otro charlatán que pretende usar las falencias de la percepción humana y las complejidades de la física moderna cual galeras de mago para traer incautos a sus cursos y seguir lucrando con especulaciones sin sustento como la multidimensionalidad del espíritu humano o la existencia de los ángeles … ¡Huyan!

miércoles, 13 de julio de 2011

Los límites de la razón


Están llegando a mis manos folletos en los que se me invita a abrir mi corazón a Cristo y dejar de lado de una vez por todas la excesiva preeminencia otorgada a “la razón”, cualidad de por sí tramposa (<diabólica> dicen algunos) pero fundamentalmente limitada, tan inútil que incluso es insuficiente para la modesta empresa de entender las cosas de este mundo y obviamente absolutamente inadecuada para atender las cuestiones sobrenaturales y trascendentales.

Nos regalan este menoscabo a la razón a través de abundantes citas de teoremas como los de incompletud de Gödel, el principio de incertidumbre de Heisenberg, la paradoja de Bell y a algunas otras conocidas restricciones de la lógica matemática y de la física.

Filosóficamente atrasan pues la cuestión ya fue descripta así: "El último paso de la razón es el reconocimiento de que hay una cantidad infinita de cosas que están más allá de ella". Lo dijo Blas Pascal en el siglo XVII ... ¡pero esto no impidió que los desarrollos en torno a la inconmensurabilidad de Gödel llevaran a Turing a desarrollar su autómata finito sentando las bases de la computación actual y permitiendo que muchos tengamos una PC en casa para jugar, calcular, investigar y escribir respuestas a las propuestas tontas!

Ese fue solo un ejemplo de que "los límites de la razón" son lo suficientemente elásticos como para permitirnos progresar -sin duda no en forma infinita- pero mucho más de lo que habitualmente podemos imaginar.  

Lo que estos señores no toman en cuenta, es que aún admitiendo que los frutos de la razón son limitados, restringidos –incluso gracias al esfuerzo de muchos cultores del posmodernismo también podemos añadir que el ejercicio de la racionalidad está  desprestigiado- no hay nada que nos lleve a aceptar que sus particulares creencias religiosas son más ciertas o verosímiles que los mitos mayas o las leyendas védicas o los sueños de los tricornios azules ...

La razón no es perfecta, concedido, pero de ahí a la inmortalidad del alma o a la infalibilidad papal hay un largo trecho que los creyentes pretenden que recorramos en forma acrítica.

Además, suelen usar estas “limitaciones de la razón” –que de hecho existen pero están muy lejos de la problemática de la vida cotidiana- para que dejemos de lado la ciencia en la lucha contra sus mitos y revelaciones.

¡No bajar la guardia! ¡La superstición acecha y los argumentos maliciosos también!